¿Qué actitudes y acciones favorecen el maltrato a la mujer?
Importante señalar claros mensajes que se envían desde la “Justicia”. Este mes de Noviembre, el Tribunal Supremo absuelve a dos jóvenes condenados por abusar sexualmente y en grupo de una menor de 13 años. Jueces de lo penal que pasan por alto la enorme desventaja en la que se encontró la niña. Sumar, entre otras cosas, el utilizar como atenuante la “simetría” entre las edades de 19 y 20 años de los varones agresores con la de una niña de 13 años para exculparlos, es una clara muestra de cómo favorecen el maltrato a la mujer.
En este artículo me centraré en ciertos contenidos de Internet, pues dar respuesta a la pregunta del titular exigiría un texto demasiado extenso.
Para comprender mejor el tema se ha de tener presente una importante cuestión: “entender qué maquinaria usa el sistema patriarcal y que conviene al capitalismo para tener a la mujer en situación de desventaja y domeñada.”
Definición Patriarcal/Patriarcado.
La RAE define Patriarcal: “1ª adj. Pertenencia o relativo al patriarca y a su autoridad y gobierno. 2ª adl. Dicho de un poder: ejercido autoritariamente bajo una apariencia paternalista. El patriarcado es la organización social primitiva en que la autoridad es ejercida por un varón jefe de cada familia, extendiéndose este poder a los parientes aun lejanos de un mismo linaje.”
El Diccionario, Glosario, de María Moliner concreta: “la antropología ha definido el patriarcado como un sistema de organización social en el que los puestos clave de poder (político, económico, religioso, militar) se encuentran, en exclusiva o mayoritariamente, en manos de varones. Ateniéndose a esta caracterización se ha de concluir que todas las sociedades humanas conocidas, del pasado y del presentes, son patriarcales. Se trata de una organización histórica de gran antigüedad que llega hasta nuestros días.”
Moliner desglosa la palabra y la divide en dos partes “patriarcado de coerción y de consentimiento”. Explica que en la actualidad estamos en un sistema de patriarcado del consentimiento.
Para que el patriarcado funcione, de forma eficaz, utiliza mecanismos que instituyen: “roles, arquetipos estéticos estereotipados feminizados y masculinizados; establece reglas, normas, mandatos, que asignan claros papeles que deben desempeñar hombres y mujeres. Todo ello se naturaliza mediante las herramientas del machismo y el sexismo. El sistema capitalista utiliza todo su arsenal propagandístico, político, social, para fortalecer dichos engranajes.”
¿Qué pasa en la actualidad con el patriarcado?
Gracias a la lucha feminista se consigue concesiones y las mujeres logran entrar en todas aquellas esferas que, en un principio, se diseñaron para otorgar el poder, privilegio y exclusividad a los hombres. Esto genera una falsa sensación de igualdad al ver que “cualquier” mujer se la puede encontrar en carreras especialmente masculinizadas y en entidades, puestos relevantes, en los que se le concede “poder” semejante al del varón.
¿Por qué señalar que se crea falsa sensación de igualdad? Se ha de entender que el sistema vive, se nutre, se fortalece y se sustenta gracias a las desigualdades sociales. La mujer esté destinada a sufrir mayores desventajas y desigualdades. Así se saca beneficio de sus aportes en tanto a cometidos preestablecidos, como de su cuerpo ya sea sexual como reproductivamente.
Toda fémina que llega a ciertos puestos de poder es por avenirse a los mandatos dispuestos por el patriarcado y el sistema capitalista. Interesa que sean propias mujeres quienes “certifiquen” que es el deseo de ellas el que las lleva a tomar ciertas decisiones que favorecen anhelos, caprichos y economías a terceros. Incluso, que ellas son las que prefieren relaciones tortuosas (maquilladas tras la máscara romántica y la aprobación masculina).
Aclarado, retomemos la pregunta inicial.
Son muchas las actitudes y acciones que favorecen el maltrato a la mujer. Algunas las encontramos en Internet con mucho contenido sobre estrategias para “conquistar a mujeres”.
Cursos, Webinars, Youtubers, Talleres, etc., con un claro objetivo: “enganchar a varones y fortalecer la creencia del “derecho ancestral” a tener relaciones sexuales cuando lo soliciten. Por su puesto, desde la plena convicción de que será la mujer quien “esté deseando” complacer, cuidar, satisfacer al hombre y anteponer cualquier cosa de él a ella misma.”
Ellos, son gurús que se hacen llamar “coach” y empiezan con relatos experienciales en los que se han visto envueltos tras tener o intentar relaciones con mujeres. Detallan situaciones en las que por más que se esfuercen, la mujer no valora el sacrificio que hacen para tenerla contenta. Descripciones que dibujan a la fémina como egoísta, egocéntrica, que se mueve por intereses y que el amor se lo toma como un juego.
Poco a poco le dan la vuelta al discurso con el afán de demostrar que, en realidad, la mujer no es así y ella no es consciente de ello. Por lo que se la ha de llevar por el camino que realmente la identifica: “Ellas buscan hombres seguros de sí y con carácter: hombres que controlen la situación, tomen las riendas, manden, sepan imponer su criterio; varones que cuanto más malos se muestren mayor interés despiertan en ellas; hombres que se den valor en no prestar atención a lo que ellas digan, piensen o hagan (a no ser que sea para sacar información que puedan usar), sin que ellas sean capaces de percibirlo; hombres detallistas, a la par fríos y distantes; cuanto más desinteresados se muestran, más atractivos los encontrarán.” Un largo etcétera que, a poco que se analice, se ven actitudes reaccionarias y pérfidas. Fomentan relaciones como “naturales” en las que se despoja a la mujer de cualquier autonomía y la colocan en un segundo plano, mientras los hombres controlan, dominan, someten.
Este contenido es caldo de cultivo bien diseñado y perfecto que fortalece toda idea que otorga poder y libertad al hombre como depredador sexual, emocional, manipulador, maltratador. Vuelve a asegurar la jerarquía sexual que ya naturalizaban filósofos como Dostoievski y su frase: “La vida de toda mujer, a pesar de lo que ella diga, no es más que un eterno deseo de encontrar a quien someterse.”
¿Actitudes que ni se valoran en políticas de la igualdad?
El patriarcado del consentimiento es la perversión elevada a la enésima potencia. Se desprende, elimina, suprime la culpa del daño que ejerce el varón y se coloca toda responsabilidad en la mujer que convierten en víctima: “Ella puede verlo, preverlo, frenarlo y, como no, cambiarlo, ¿por que no actúa en consecuencia? Ella decide.
Así, ¿qué medidas reales son las que consideran adecuadas desde la política para erradicar aquello que promueve el machismo y el sexismo? ¿Se les pasa desapercibido este contenido? ¿Cómo van a eliminar el patriarcado del consentimiento? ¿O tienen intereses en que estas actitudes y acciones se fortalezcan, perpetúen, y favorezcan el maltrato a la mujer?
Por @dalila_sin
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