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Todos los hombres

Violadores, agresores… ¿por qué siempre en masculino? Se percibe en gran parte de la sociedad cierto rechazo a la generalización cuando se habla o se argumentan situaciones de violencia machista, sin embargo, también se experimenta un sentimiento de incomodidad cuando recurrimos al lenguaje inclusivo. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué molesta todo? Hablemos del not all men.

“No somos así todos los hombres…” o “no está bien generalizar”. Resulta fastidioso para muchos hombres que les metamos en el mismo saco cuando hablamos de temas que nos afectan a las mujeres en relación con la desigualdad de género, y tanto incomoda que de esa idea ha surgido un movimiento. El movimiento not all men es una rama del alzado postmachismoEl postmachismo, así en claro, es la evolución del “vete a la cocina” al “os quejáis por todo”. Los tiempos avanzan y el machismo con ellos. Si prestamos atención vemos que el modelo de masculinidad ha ido cambiando de forma manteniendo su sustrato mientras que el modelo de feminidad no ha cambiado, la mujer sigue asumiendo el rol de los cuidados, la mujer sigue copando los trabajos de peor calidad y sigue siendo cosificada. La finalidad de este movimiento no es exigir igualdad sino torpedear que las mujeres la alcancen.

¿Acaso no son capaces de empatizar con nuestros miedos? Partimos de la base de la conciencia desigual que se ha gestado en todos los hombres desde la infancia, e incluso las mujeres. El hombre asume como ordinarios los privilegios que posee, es algo normal para él, lo mismo sucede si hablamos de privilegios en cuanto a poder adquisitivo. Es muy difícil, aunque no imposible, que un gran inversor desarrolle conciencia de clase y muestre preocupación por aquellos que le mantienen en la cúspide de la pirámide. La clave, deconstruirse, es decir, dejar a un lado todo lo asumido y comenzar un nuevo proceso de asimilación de conceptos y realidad de la forma más objetiva posible.

Aterricemos, ¿es moral o justo referirse a todos los hombres? Sí, sí podemos dirigirnos a todos los hombres y las estadísticas nos avalan. Se trafica con nosotras, se nos acosa, viola y mata por el mero hecho de ser mujeres, ¿no nos legitiman los datos para generalizar? El simple hecho de que nosotras temamos a cualquier hombre cuando volvemos a casa por la noche es razón suficiente para permitirnos generalizar. Yo, como mujer, no puedo distinguir entre un posible violador y uno que no lo es. Todas las mujeres somos potenciales víctimas al igual que todos los hombres son potenciales agresores. Las violaciones se producen en la calle y en casa, cualquier hombre puede ser un violador, que no significa lo mismo que todos lo sean. Si esta distinción resulta tan compleja es porque no existe una voluntad de empatizar con más de la mitad de la población y de dejar atrás sus privilegios.

Ahora bien, supongamos que no nos respaldaran los hechos, ¿no está aceptado por la RAE el uso genérico del masculino? Qué casualidad que seamos firmes detractores del lenguaje inclusivo y cuando se utilicen calificativos despectivos nos opongamos a la generalización en masculino. ¿En qué quedamos?

Lo que está claro es que hagan lo que hagan las mujeres estará mal, con lo que no cuentan es que not all women vamos a seguir sustentando este postmachismo.

Por Carmen Esteban  @carmenestebann

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