28 septiembre, 2020
Hoy se conmemora el Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito, ¿qué quiere decir esto? Algo sencillo: que no todas las mujeres tienen acceso a día de hoy a un aborto legal, seguro y gratuito.
Esta reivindicación tiene su origen en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Argentina en el año 1990, hace ya 30 años. Y la lucha sigue.
La Asamblea del Movimiento Feminista Latinoamericano, considerando que las complicaciones que ocasiona el aborto inseguro y clandestino constituyen la primera causa de mortalidad de las mujeres en muchos de los países de la región, decidió declarar el 28 de septiembre como el Día por la Despenalización del Aborto. Desde entonces, numerosas organizaciones de mujeres se suman a esta campaña por la despenalización del aborto en Latinoamérica.
¿Por qué el día 28? La fecha recuerda la Ley de Vientres de 1871 por medio de la cual se liberaba a los hijos de esclavos nacidos en Brasil. Ahora, se conmemora como el día del «vientre libre» exigiendo aborto seguro y legal para todas las mujeres del mundo.
Se estima que el 8% de las muertes de mujeres en el mundo es a causa de un aborto inseguro. Nos matan por ser mujeres, y nos están matando por negarnos el derecho a decidir.
En España, la ley que regula el aborto fue aprobada en el año 2010 y permite que una mujer pueda abortar hasta las 14 semanas de gestación (22 en algunas situaciones tipificadas), independientemente del motivo.
En América Latina, Argentina estuvo a las puertas de conseguir la legalización del aborto hasta las 14 semanas en 2018, pero el Senado finalmente votó en contra. Ahora, con la crisis del Coronavirus, su legalización sigue esperando mientras que durante la cuarentena al menos dos mujeres han fallecido por practicarse abortos inseguros.
Las mujeres se siguen jugando la vida, arriesgando su salud porque les quitan sus derechos reproductivos. La lucha feminista ha tenido y tiene en su agenda el derecho al aborto, uno de los más cuestionados política, ética y socialmente, susceptible de ser modificado al antojo del gobierno de turno. Un aún considerado tabú del que ninguna mujer sale indemne exige que seamos escuchadas. La maternidad no es un deber, pero la salud de las mujeres es un derecho.
Por Ana M (@anizmoreno_)
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