6 junio, 2020
Padre, que nos diste el sermón de cada día,
Perdónate a ti mismo y libérate de ti.
Padre, fijate en que yo no tengo excusa
Pero si tengo Razón.
También tengo un licor poético,
Que jamás podrá saciar tu alcoholismo.
Padre mío, Rey de la Nada,
Libérate de ti.
Perdónate para la paz que arrebataste
Y que tuya no fue.
Sigo llorando tu escarmiento,
Porque yo no pude marchar.
Escribo para que el silencio hecho mentiras
Pueda romperse
Impregnándolo todo
Como rocas de lava que abrasan la hipocresía.
Escribo por mi
Y por las que vengan detrás,
Porque también hablarán.
Padre, libera tu Destino.
No honraste nuestro nombre,
Libera tu paz, padre,
Abandona el lastre oscuro
Y líbrate de ti.
Por Mary Ann. Barcelona, 2020.
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