16 febrero, 2021
Apenas hace unos meses cuando los medios de comunicación se hacían eco de la citación de la Fiscalía a Lidia Falcón para declarar por un presunto delito de odio hacia el colectivo trans.
Hoy son menos los medios que cubren la noticia de que esa misma Fiscalía ha decretado archivar las actuaciones que se abrieron contra la presidenta del Partido Feminista de España. La denuncia fue presentada por la Federación Plataforma Trans a la que se adhirió posteriormente la Direcció General d’ Igualtat de la Generalitat.
La resolución judicial dictamina lo siguiente: «Contextualizando todos los contenidos denunciados se ha de concluir que estamos ante la crítica realizada por una formación política contra determinada normativa, siendo dicha crítica la manifestación legítima del derecho a la libertad de expresión, manifestación de una garantía institucional para el debate público y que posibilita la formación de una opinión pública libre».
Así mismo, señala el escrito que no se observa que el contenido de los comunicados tuviera como finalidad «la incitación al odio, violencia, hostilidad o discriminación hacia el colectivo denunciante«; sino que los hechos tenían el propósito de dar visibilidad a la crítica que desde el PFE se realiza sobre la proposición de la conocida como «Ley Trans» y evitar que la misma acabe finalmente siendo legislación.
No es delito divulgar el análisis político y feminista de un borrador de ley. No es odio difundir ideas contrarias a la teoría queer.
El debate sale finalmente de los tribunales pero seguirá mientras haya mujeres dispuestas a luchar contra el patriarcado y cuantos caballos de Troya pretendan colarnos.
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