Hoy se cumplen 57 años de la publicación de La Mística de la Feminidad una de las obras que ha orientado el pensamiento y la acción del movimiento feminista y ha ayudado a miles de mujeres a tomar conciencia de su situación y a cambiar su vida.
Su autora Betty Friedan, psicóloga y periodista, aborda, de una forma rigurosa y clara, la situación de las amas de casa estadounidenses y cómo el modelo impuesto de mujer y maternidad conduce a toda una generación de jóvenes a renunciar a toda actividad no relacionada directamente con el hogar y la familia, infantilizándolas y convirtiéndolas en presas en cómodas y equipadas cárceles.
La falta de un objetivo vital propio, la renuncia al mundo exterior y a la propia identidad generan, en aquel entonces y ahora, una profunda insatisfacción en ellas, al que se refieren como “el malestar que no tiene nombre”, que, con el tiempo, deviene en problemas mentales, diagnosticados y tratados como neurosis por los psicoanalistas y adicciones y compulsiones, como la sexual, en busca de algo que las haga sentir vivas.
Identificada y descrita la situación, La Mística de la Feminidad, aborda las causas y los pilares de ésta, entre los que se encuentra una base intelectual, el papel de los medios de comunicación en la construcción del modelo femenino o los intereses económicos que se ven favorecidos por éste.
El complejo de castración, la envidia del pene y la raíz sexual de todas las neurosis, descritos por Freud a principios del siglo XX e incorporados a la antropología y a las ciencias sociales a través de figuras como la de Margaret Mead, describe a la mujer como un ser incompleto y establece que la causa de todos sus males tiene una raíz exclusivamente sexual, formulando un marco intelectual del que es muy difícil escapar y que sitúa a la mujer en un estado de parálisis e incapacidad patológica por su propia naturaleza.
El armazón intelectual es, además, económicamente muy rentable al generar un colectivo, las amas de casa, cuyas insatisfacciones se utilizan para promover el consumo y la compra de todo tipo de electrodomésticos que, además, no parecen hacer que su vida sea más sencilla ni dispongan de más tiempo para otras actividades, sino que sumen sus vidas en una tarea doméstica tras otra, sin un horizonte y con una agotadora monotonía.
Por último, la propaganda sustenta eficazmente todo el edificio. El papel de los medios de comunicación en el cambio de modelo de mujer y el mantenimiento de éste es fundamental. Durante los años 50 y 60, las revistas femeninas dejan, por una parte, de incluir contenidos no relacionados con la casa o la crianza de los hijos y, por otra parte, están dirigidas exclusivamente por hombres. La política, la actualidad y la cultura dejan de ser, por mandato de los consejos editoriales masculinos, temas de interés para las mujeres.
En ediciones posteriores, la propia Betty Friedan revisa en los prólogos la situación de la mujer y ofrece, especialmente en el de 1997, una visión de cambio y esperanza, sustentada en la mayor participación política de las mujeres y en los cambios alcanzados por el movimiento feminista durante aquellos años entre los que cita, por ejemplo, la elección de Bill Clinton como presidente de los Estados Unidos. El análisis de la situación, transcurridos trece años desde entonces, arroja un panorama inquietante como pocos. Cabe preguntarse qué tanto hemos avanzado para desmontar la mística de la feminidad y qué papel ha tenido la crisis económica de los últimos años en el retorno de éste y el regreso de las mujeres a una jaula que, ahora, ya no es de oro. Ahora, más incluso que cuando empezó la crisis, se necesita recuperar la capacidad de consumo y, además, las familias se han mostrado como redes de seguridad frente a la penuria económica y a la precariedad, por lo que los medios de comunicación vuelven a ensalzar, más sutilmente, el papel del núcleo familiar y el valor del sacrificio por los demás por lo que la mesa para el retorno del modelo femenino está puesta y esperando a los comensales.
Por Marisa M (@MariaYonofumo)
Puedes ayudarnos con 1 euro al mes para pagar los gastos del mantenimiento web uniéndote a nuestro grupo de Teaming aquí:
https://www.teaming.net/mujeresenluchaprograma-grupo