Juana Rivas ha sido condenada a 5 años de cárcel, 2 años y medio por cada uno de sus hijos, y 6 sin poder verlos. Por si fuera poco, también está obligada a indemnizar con 30.000 € a Francesco Arcuri, el maltratador, por daños morales y materiales. Sí, han leído bien, daños morales a él. Una mujer que denunció los maltratos que sufría por parte de su pareja, condenado judicialmente por ello, denuncia que tardó meses en ser tramitada a la espera de ser traducida. Una mujer que declaró haber huido de Italia en 2016 porque no “quería vivir más bajo las torturas” de su expareja. Una mujer que estuvo un mes escondida con sus hijos porque una resolución judicial le obligaba a entregárselos, y había sido amenazada con que, si le dejaba a los niños, se los quitaría y le arruinaría la vida. Y así lo ha conseguido.
Observamos, una vez más, que la justicia es absolutamente patriarcal, sin pararse a mirar ni un segundo por las verdaderas víctimas de estos casos, las mujeres. Ya lo presenciábamos con la sentencia del juicio de La Manada hace unos meses, con la posterior puesta en libertad de los violadores, y de nuevo hoy encontramos una resolución que solo puedo calificar de machista.
Estoy segura de que va a ser un caso que va a seguir trayendo cola, y del que oiremos hablar mucho tiempo. Espero, que finalmente se indulte a Juana Rivas y pueda estar junto a sus hijos, pero que su sufrimiento no haya sido en vano, y que, a partir de su caso, la sociedad empiece a entender que un maltratador NUNCA será un buen padre.
Concentración en apoyo a Juana Rivas. Agencia EFE
Por Andrea Martín Sánchez, @andrea_martin_s
Puedes ayudarnos con 1 euro al mes para pagar los gastos del mantenimiento web uniéndote a nuestro grupo de Teaming aquí:
https://www.teaming.net/mujeresenluchaprograma-grupo
