Hace unos días saltaba la noticia de que en dos colegios concertados de la Comunidad de Madrid, con sede en Alcorcón y Guadarrama, habían redactado un documento en el que se pedía a las profesoras “feminidad, pudor y modestia”. Estos colegios son famosos porque en el de Alcorcón se ofrecen asignaturas distintas en función de si el alumnado es masculino o femenino. Es decir, una clara discriminación.
El motivo de este texto no es apuntar directamente al sexismo que existe en estos dos centros, si no destacar el machismo que atraviesa a toda la comunidad educativa porque, como sabemos, el machismo está en todos los ámbitos de la sociedad contaminando todo lo que toca.
De todos y todas es sabido que en la mayoría de colegios concertados y privados es imperativo el uso de uniforme. Esto no sólo es una forma de despojar de la personalidad de cada uno de los niños y niñas que allí asisten, además de una forma de negocio para los colegios, es que los uniformes de los colegios tienen un marcado carácter sexista y discriminatorio.
Los niños llevan pantalones largos en invierno y cortos en verano, pero las niñas, sin embargo, deben llevar falda estando en la mayoría de los colegios prohibido que ellas utilicen pantalón ( ni siquiera nos vamos a plantear el hecho de que los niños quisieran llevar falda). Por alguna extraña razón que ni siquiera llego a entender, en algunos de esos colegios, las niñas han de llevar calcetines con la falda en lugar de medias, leotardos, o lo que sea que necesitaran para no pasar frío y evitarse la molestia de enseñar la ropa interior sin querer, cosa que ya sabemos que es pecado mortal de necesidad.
El tema de los uniformes puede parecer un tema menor, pero el hecho de llevar falda deja a las niñas en una posición de indefensión y de incomodidad con respecto a los niños: la libertad de movimientos de los pantalones no se puede comparar con la de las faldas, de ahí que a partir de cierta edad en la que las niñas toman conciencia de lo inapropiado que es enseñar las bragas, dejen de jugar en los recreos. ¿Nadie habla de la libertad de elección de las niñas de ponerse pantalones en este caso? Qué caprichosa es la libertad de elección…
Preguntad a las jóvenes o mujeres de vuestro entorno qué se siente al tener que llevar una falda todos los días… la discriminación y la vergüenza que se pasa a ciertas edades con esas faldas, con las que no te puedes mover y que tienen que tener un largo concreto (porque si te pasas, tu reputación, tu respeto y honorabilidad se acaban). Porque se nos enseña, desde bien pequeñas, a creer que el respeto a las mujeres se tiene en función de la ropa que llevan.
Las maestras de dichos centros también sufren las discriminaciones del machismo de este tipo de colegios: despidos improcedentes por posibilidad de embarazo, es decir por ser mujer y estar en edad fértil, por negarse a participar en actividades poco respetuosas con las mujeres o metiéndose con su forma de vestir, cuestionando así su profesionalidad. Se insiste en la idea de que juzgar a una mujer por su vestimenta… valorarla a ella, a su profesionalidad y a su valía como persona, va en función de la ropa que lleva puesta.
Por otro lado, no debemos caer en la trampa de pensar que ésto sólo pasa en colegios privados o concertados, en centros públicos también se han dado situaciones desagradables, comentarios sexistas en claustros docentes o “bromas” inadecuadas a las alumnas, discriminación a la hora de realizar actividades…
Y no es de extrañar ya que, como sabemos, todos y todas hemos crecido en una sociedad patriarcal que nos enseña los estereotipos de género, pero es obligación de los centros educativos y de la administración ofrecer formación con perspectiva de género. Y de los profesores y profesoras buscarla, pedirla y/o exigirla.
Ahora que tanto se habla de la excelencia educativa, hay que entender que sólo se alcanzará ese estatus cuando se consiga comprender que antes de formar grandes genios, hay que formar grandes personas; y si seguimos educando en base a unos estereotipos que claramente ponen a las mujeres en una situación de discriminación y desigualdad, no se va a conseguir nunca.
Por Ade Marlo @teacher_ade
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