Llega otro 31 de octubre, con su lluvia y su entretiempo. Llega el otoño con sus castañas asadas y sí, con sus turrones y luces navideñas que cada vez nos acompañan un poquito antes.
Llega esta fecha, como no, con su ya más que aceptada celebración de Halloween. La fiesta pagana por excelencia viene avisando desde hace algunas semanas. Cada año, son más los comercios que decoran sus escaparates con telarañas y calabaza, los colegios que enseñan a las niñas y niños la celebración y les animan a disfrazarse.
Y ahí puede empezar uno de los primeros problemas al que se van a enfrentar nuestras niñas (y sus madres).
Elegir un disfraz para una niña no debería ser un rompecabezas sino algo divertido pues, es una fiesta, no? ¿Pero qué ocurre cuando paseamos por los pasillos de una gran superficie buscando un disfraz de brujita o de vampiresa? Pasa que la hipersexualización se hace presente.
Y esto sí que nos da miedo. Maquillaje, tacones, vestidos ajustados y “sexys” para niñas a partir de 4 años. El truco que nos quieren colar desde bien pequeñitas. Nosotras, la que ya estamos curadas de “espanto” no queremos este trato: mujeres y niñas reducidas, simplemente, al cuerpo.
Acompañadnos en esta terrorífica historia de búsqueda de disfraz de niña…
En este ejemplo de una conocida cadena francesa implantada en nuestro país vemos a una niña de no más de 7 años posando en actitud sexy, con sus tacones, sus leggins negros ajustaditos y una especie de corpiño. Con sus labios pintados para completar el atuendo con un maquillaje de vampiresa. No sabemos quien podrá ver en esta imagen un disfraz infantil recomendado para niñas de 3-4 años pero nosotras desde luego que no lo vemos. Vemos hipersexualización, cosificación y machismo volcado en edades demasiado tempranas que pueden hacer mucho daño.
Pero seguimos con la búsqueda…
Si optamos por un disfraz de esqueleto nos podemos imaginar un mono negro que nos tape el cuerpo que sea cómodo y que, lleve en blanco dibujado los huesos de nuestro esqueleto. Pues, lo que han diseñado aquí, y según la web de esta página de disfraces con bastante acierto a juzgar por ese «super ventas» es un disfraz a medias. ¿Dónde esta la parte inferior del disfraz? ¿No era de esqueleto? Otra vez los taconcitos, con complementos de algo parecido a poli piel, mucho tul y casi idéntica pose ante la cámara. El disfraz puede que no nos asuste pero lo que proyecta la imagen sí.
El disfraz de bruja en Halloween es otro clásico. La palabra bruja ha sido utilizada contra las mujeres en numerosas ocasiones. Sin embargo, las brujas eran mujeres libres e inteligentes que fueron estigmatizadas por no querer adoptar los roles de una sociedad patriarcal. Seguro que las brujas de hace miles de años no vestía con el vestido que le han puesto a esta niña. Volvemos a la actitud hiper feminizada, manos en la cintura, marcamos cadera y el tacón que no falte. Lo que no saben es que lo que da miedo es tener que llevar tacones toda una noche.
Y sí, si lo que buscamos es un disfraz de niño no vamos a tener que prolongar nuestra búsqueda. Basta con elegir la opción: disfraz esqueleto niño et voilà:
Encuentren las 7 diferencias ustedes mismos.
Halloween o nuestro Carnaval. No importa la fiesta ni la fecha cuando se trata de exponer a niñas tan pequeñas de una manera sensual o atractiva, con bolsos o tacones, con maquillaje y ropa ajustada, en poses y actitudes que no tienen en su vida cotidiana. Lo que nos aterra es que estos disfraces sean super ventas y que los podamos encontrar en cualquier lugar a finales del año 2.021. ¿Por qué si es niño puede ir tapado y una niña debe acostumbrarse a pasar frío llevando un disfraz por si alguna vez es la elegida para dar las campanadas?
El fin último del patriarcado y el capitalismo es convertirnos en un producto, un objeto. Quieren que desde niñas compremos la imagen heteronormativa de mujer que quieren que seamos a lo largo de nuestra vida sin importar las consecuencias que para nosotras pueda tener: baja autoestima, trastornos de alimentación por seguir cánones imposibles, frustración…
Estos días son miles los niños y niñas que han salido disfrazados a pedir dulces, a jugar en el parque o a fiestas de colegios. Y este puente son miles las jóvenes que también acudirán a fiestas de esta temática. Quizás muchas se vestirán con el clásico diablesa sexy, con su mono rojo ajustado, su tridente y sus tacones. Muchas lo hemos hecho, quizás hasta que decimos basta porque estamos hartas de tener que pasar frío con un disfraz de calabaza sexy hecho con un tutú; o porque la realidad es que no nos gusta ponernos tacones porque no los aguantamos más de dos horas. Sea por el motivo que sea, cualquier mujer que esta noche decida romper con los estereotipos del disfraz de Halloween que no le quepa la menor duda de que está celebrando de la mejor forma la Samhain.
Somos y seremos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar.
Por Ana M (@anizmoreno_)
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