Sí, señoras; nos dejan sentarnos donde queramos, como los hombres, en el estadio donde se va a disputar la Supercopa de España. Por cierto, ¿sabéis dónde se disputa? En Arabia Saudí.
Qué cuál es el problema, os preguntaréis. Bien, el primero es que se trata de un Estado que vulnera los derechos de la mujer, donde para ellos son meros objetos que utilizan a su antojo. No pueden vestirse como quieran, hasta hace apenas hace apenas dos años no podían conducir o recibir clase de educación física en las escuelas femeninas, no pueden casarse con quienes ellas elijan, operarse de urgencia sin la autorización de un varón o abrir una cuenta bancaria sin permiso de algún hombre… Estas son algunas de las restricciones que han tenido o tienen hoy en día las mujeres en Arabia Saudí.
Esos, son algunos de los motivos por los que se está generando tanto rechazo a esta Supercopa de España y, en concreto, a la RFEF.
La primera vez que una mujer asistió a un partido de fútbol en este país fue en enero de 2018, pero lo hicieron en gradas separadas de los hombres. Ahora, con este evento acordado entre la RFEF y el Gobierno de Arabia Saudí, las mujeres podrán asistir al estadio y sentarse donde ellas elijan.
A priori, parece un gran cambio en esta sociedad, ya que el Rey Salmán bin Abdulaziz se está encargando de promocionar su país de manera internacional. Pero no nos equivoquemos, al final, no deja de ser el dinero el que promueve este tipo de iniciativas, realmente los derechos de la mujer siguen importando bien poco.
Al hilo de lo anterior, la RFEF y la UEFA consideran que llevar este evento a dicho país supondría una “transformación social» y una oportunidad para la integración. Además, tal como se puede leer en abc.es, la Federación comentó lo siguiente: “Supercopa de la vergüenza. ¿Por qué? Cuando estuvimos en dictadura vino el fútbol aquí. Es fundamental para abrir fronteras y mejorar. El fútbol debe servir como herramienta de cambio, no como bloqueo. Hemos cerrado, además, un acuerdo con Arabia Saudí para la puesta en marcha de una competición íntegramente femenina.”
Podríamos creernos que esto es así, que quieren utilizar la Supercopa, entre otras cosas, para fomentar la integración y pretender una mejora en el respeto a los derechos humanos. Pero, como la Federación dijo, la Supercopa está obsoleta y genera pérdidas. Con esta frase, ya podemos ver lo que realmente interesa.
Como dijo Vero Boquete (jugadora de la selección española de fútbol femenina), » El mensaje es que todo vale y, personalmente, creo que no todo vale. Estamos hablando de un país estrictamente restrictivo con las mujeres y con otros muchos derechos. Es uno de los países donde no hay ningún tipo de libertad. Si en el fútbol hablamos muchas veces de valores, tenemos que ser coherentes con ello…, hay que buscar la manera de castigar al opresor, al que hace las cosas mal. Por desgracia, estamos haciendo lo contrario«.
Parece que no solo ella piensa así, esta Supercopa está generando tanto revuelo y rechazo que, hasta cadenas como RTVE, Mediaset o Atresmedia, se han negado a comprar los derechos para retransmitirla, pretendiendo no blanquear a un país donde se violan los derechos humanos y existe “una discriminación sexual latente”. Lo que no termina de resultar claro es, si lo hacen realmente por cuestiones humanitarias o, porque, como dijo la RFEF, es un evento que no genera ganancias.
Veremos si, finalmente, esa decisión trasciende o acaban sucumbiendo a los encantos del dinero.
Por Henar Vallez @SarabiKainda
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