Todo el movimiento feminista se ha alegrado al ver como la federación de enseñanza de Comisiones Obreras se ha sumado a la huelga del 8M, convocando el paro de 24 horas, tal y como reclamamos anteriormente al sindicato.
Desde mi punto de vista, muchas como estudiantes, tenemos claro en nuestros espacios organizativos que nuestra posición es dedicar ese día a la reivindicación y la lucha, ya sea en nuestros institutos o universidades. Y es un gran precedente que aquellas que deben acompañarnos en la lucha, en este caso desde el eje laboral, apoyen la jornada y se sumen a la convocatoria estatal.
Cabe mencionar la dificultad de las trabajadoras para realizar huelga. Ya que pese a que es un derecho fundamental reconocido por la Constitución y que la empresa no debería cuestionar si las trabajadoras hacen huelga, estos, por supuesto, no velaran en su mayoría por nuestros intereses como mujeres trabajadoras.
En muchas ocasiones las trabajadoras se privan de sumarse a la jornada de movilizaciones por miedo ante posibles represalias de los empresarios; ya sea por descuentos salariales, los cuales sí pueden producirse, o incluso despidos, lo cual sería totalmente ilegal y punible pues se saltarian totalmente nuestro derecho constitucional.
Y, además, están sectores mucho más precarizados que no se sumarán a la huelga, no por temor a las represalias, sino por ser aquellas que no pueden permitirse perder un día de sueldo pues bastante ajustadas se encuentran ya económicamente.
Por esta razón, el año pasado, al ver como CCOO se ceñía al paro de 2 horas, como mujer trabajadora entendía la situación de muchas que, aún deseándolo, no podrían estar codo con codo a nuestro lado; pues no dudo de la concienciación de las mujeres que se encuentran realizando trabajos de cuidados extremadamente precarizados o aquellas que sufren acoso laboral de forma diaria por parte de sus jefes y no pueden permitirse una huelga. Creo que todas conocemos a alguna compañera que no pudo unirse a la huelga por esas mismas razones.
Las expectativas para el 8 de marzo con el apoyo de la federación de enseñanza se han disparado y esperamos que más federaciones se sumen a la convocatoria de 24 horas, para que todas las trabajadoras posibles se encuentren respaldadas por el sindicato, y salir todas las mujeres obreras a gritar juntas por nuestros derechos.
La federación de enseñanza ha demostrado con su paso adelante que comisiones obreras debe ser nuestro sindicato de clase y que escuchan las reclamaciones del movimiento feminista.
Nos vemos en las calles.
Por Ángela (@Angela_1723 )
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