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Clichés machistas en el cine

Crecemos y nos educamos viendo películas y series que nos ofrecen ciertos estereotipos que no se corresponden en absoluto con cómo vivimos. Pero no solo son erróneos, sino que también perjudican nuestro modo de entender las relaciones sociales, siempre al servicio del interés de este capitalismo patriarcal y su uso comercial de nuestro cuerpo.

A lo largo de la historia del cine, las mujeres siempre hemos aparecido relegadas a un segundo plano, por detrás de las grandiosas hazañas del macho. Pero no solo eso, sino que además se nos ha otorgado, por norma general, siempre los mismos papeles. Y adivinad, reproducen los valores tradicionales y asumen que nosotras vivimos única y exclusivamente para tener un hombre que nos proteja y amarlo con locura. Porque claro, ¿cómo vamos a ser nosotras personas independientes con deseos independientes?

Los clichés y los estereotipos machistas en el mundo cinematográfico son tantos que me resulta difícil condensarlos en un solo artículo, pero aquí van algunos ejemplos de todo lo que aún debemos cambiar para igualarnos, también, en la gran pantalla.

 

  1. El amor romántico. Sí, parece ser que nuestra mayor aspiración en la vida es encontrar a un apuesto caballero que nos proteja y nos colme de felicidad, no sea que la alcancemos por nosotras mismas.

 

  1. La novia del prota. Esta suele aparecer en un absoluto segundo plano, ya que el primero es para un tío fuerte y con un montón de capacidades. En algunos casos ella se convierte en un simple catalizador de las emociones de él, que puede ser tan tierno como agresivo.

Une femme est une femme: Cultura Colectiva.

 

  1. Novia, esposa o madre son los papeles más comunes que se nos asignan. En otras palabras, nuestro valor parece estar determinado por un hombre con el que tenemos algún tipo de unión. Así, se nos infravalora y se nos despoja de nuestro valor personal.

 

  1. Ama de casa. No podía faltar la mujer que prepara alegremente el desayuno mientras su amado esposo lee tranquilamente el periódico. Un clásico que huele tanto a rancio que hasta el zumo de 6 litros (ese hecho con tanto amor por ella) se ha puesto malo.

 

 

  1. El protagonismo del hombre en el sexo. Las escenas eróticas y sexuales del cine actual siguen otorgándole mayor importancia al placer de él que al nuestro, viéndose las mujeres siempre dispuestas a satisfacerles, nunca dicen no. De hecho, apenas se representan escenas donde ellos nos satisfagan desinteresadamente, y menos aún donde seamos nosotras las que tomemos la iniciativa del encuentro sexual. El sexo cishetero en el cine es casi siempre con penetración, señalando una vez más al hombre como el soberano del placer.

 

  1. Cosificación de la mujer. ¿Cuántas veces no hemos visto a las chicas del cine perfectísimamente arregladas al lado del macho que se exhibe (y las exhibe) con una gran sonrisa ante la multitud? Ver a todas con un cuerpo como esculpido por los dioses, con una lencería exquisita, bien depiladitas y sonrientes, aparte de ser machista, es irreal.

    Youtube/ ileorju

 

Las mujeres no estamos a la sombra de los hombres, no somos más débiles, ni menos capaces, ni debemos agradarles siempre. Así que, queridos directores de cine (porque la mayoría sois hombres): quitad de todo plano toda esta farsa de actitudes y clichés y sacadnos a nosotras del segundo, que ya nos hemos dado cuenta de que va la película y no estamos dispuestas a volverla a ver.

 

Por Nerea Gracia Corredor, @Nerea_Gracia_ 

 

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