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Ser «la chica bisexual»

EXISTIMOS…

Cuando te toca “salir del armario” en una sociedad heteropatriarcal siendo una chica bisexual te das cuenta de todos los estereotipos que se te vienen encima pero sobre todo de la cosificación y deshumanización que vas a sufrir en reiteradas ocasiones.

Antes te asumían heterosexual, ahora te observa como quien ve un unicornio, ha encontrado la olla de oro detrás del arco iris.

Para los hombres te acabas de convertir en una fantasía; tríos con otras mujeres totalmente falocentristas, ver como os liais entre vosotras, nunca le diremos que no a un polvo porque las bisexuales somos unas viciosas… Menudo chollo ¿verdad? No hay más que meterse en cualquier web de pornografía para comprobar que entre los vídeos más populares se encuentra el típico trío de dos mujeres con un hombre.

Pues no; las mujeres bisexuales existimos fuera de vuestras pornográficas fantasías, no somos medio lesbianas ni medio heterosexuales, no somos más infieles, ni estamos experimentando.

Existimos.

Si ser mujer ya nos obliga a vivir en un mundo más complicado imaginad vivir en un mundo que continuamente erotiza o niega tu sexualidad. Hay quien dice que las mujeres bisexuales somos lesbianas que no hemos salido “del todo” del armario y lo que alimenta la idea de que somos un 50% – 50%; Esa lectura de nuestra sexualidad es justamente la que nos mantiene en la nada, se nos ve como personas indecisas en un mundo que pretende que nos encasillemos para que seamos elementos productivos de este sistema capitalista.

BIFOBIA…

La bifobia es una realidad con la que convivimos, no son pocas las discriminaciones que se sufren tanto desde fuera como desde dentro del propio colectivo LGTB

Y para hablar de las discriminaciones desde el propio colectivo LGBT es producente comentar el tema pansexualidad:

La pansexualidad se considera “atracción tanto física como emocional hacia absolutamente todos los géneros”.

¿La bisexualidad no es exactamente eso? Sí, pero han recurrido a que las personas pansexuales se “enamoran del alma”, entonces ¿las personas bisexuales no nos sentimos atraídas hacia la forma de ser de otras personas, de ambos géneros? Sí, claro, pero la pansexualidad es otro mecanismo para alimentar la creencia que nos tacha de viciosas y superficiales.

Para mencionar “otras sexualidades” también estarían omnisexual, heterocurioso, demisexuales y los grisexuales.

Vivimos en una sociedad tan individualista que continuamente se crean etiquetas nuevas para fenómenos ya existentes; la pansexualidad podría ser el gusto hacia el pan –donde yo me sentiría muy incluida- pero es una etiqueta ideada para oprimir a un colectivo ya de por si invisibilizado dentro del LGBT y la sociedad en general.

NO SOMOS UNA FASE

Como mujeres bisexuales sabemos que vamos a sufrir opresión por partida doble, nuestra sexualidad se convierte también en una herramienta política; nos vemos en la necesidad de empoderarnos a través de las “etiquetas” que se nos han impuesto

La bisexualidad está marcada con los estereotipos que la sociedad considera dañinos y nuestra opresión no se muestra ya que no se acepta nuestra existencia fuera de una combinación de los dos únicos estados que el heteropatriarcado define como estables: el bueno y el malo.

Yo misma he sentido en muchas ocasiones la necesidad de comentar que no era heterosexual ni homosexual, y dar explicaciones sobre mi orientación sexual, como si hicieran falta; sumándole el conocimiento de que tu forma de pensar, y en este caso la manera en la que vives tu sexualidad son juzgadas también por el hecho de ser una mujer.

Merece la pena asumirnos y visibilizarnos. En el fondo del armario al final te quedas sin aire y es necesario para salir juntas a luchar.

 

Por: Ángela (@Angela_1723 )

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